El consumo de alcohol es una práctica cotidiana en la sociedad que se ha visto acompañada del uso de otras sustancias psicoactivas. Este estudio encontró que el lugar principal y más frecuente, donde los adolescentes llevan a cabo el consumo de sustancias como el alcohol, corresponde a la casa de un amigo o a su propio hogar. Además establece que situaciones de tipo personal son consideradas por parte de los adolescentes como factores de riesgo frente al consumo.
La adolescencia corresponde a una etapa crítica del desarrollo humano y se ha asociado con el inicio de consumo de sustancias psicoactivas, convirtiéndose en un riesgo a nivel sanitario y social. La presente investigaciòn encontró que un porcentaje significativo de la poblaciòn objeto ha consumido alcohol, de lo cuales el 36% han presentado un consumo clasificado como riesgoso. Se establece adicionalmente que los factores encontrados más influyentes para el consumo en general son: el factor macrosocial y las dificultades en el empleo del tiempo libre, en tanto, los factores asociados al consumo riesgoso son: información deformada o escasa, dificultades en la comunicación padres - hijo, historia de consumo familiar de alcohol, amigos consumidores de alcohol y dificultad para afrontar las presiones grupales.
Los jóvenes se han convertido en una población vulnerable en relación al consumo excesivo de alcohol, lo cual se ha asociado a múltiples factores. Por esta razón se han buscado factores protectores que prevengan situaciones de riesgo. Dentro de los factores protectores encontrados para evitar el consumo excesivo de alcohol están: no haber tenido posibilidad de probar drogas ilícitas, no sentir deseos de probar drogas ilícitas, y no haber consumido: tabaco, tranquilizantes, cocaína y pasta base alguna vez en la vida. Estos hallazgos se convierten en información útil para la formulación de programas de prevención, enfatizando la atención en las poblaciones que poseen mayor riesgo; así como se puede lograr promover otras prácticas que conlleven al fortalecimiento y el conocimiento de otros factores protectores.
El alcohol se ha convertido en la sustancia psicoactiva más consumida entre los adolescentes a nivel mundial. Este estudio permite conocer que un 20,9% de los adolescentes se consideran consumidores habituales de alcohol y que el consumo se incrementa con la edad, independientemente del género. Un porcentaje elevado de adolescentes supera el umbral de consumo considerado como de alto riesgo para la salud, principalmente entre las mujeres debido a las diferencias genéticas que influyen en la metabolización del alcohol. Asimismo confirma que el entorno (amigos y familiares) y de la percepción de peligrosidad influyen frente al consumo y abuso del alcohol.
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