El consumo de cigarrillo es la causa más importante de enfermedades que pueden ser prevenidas. Sin embargo, un número significativo de adolescentes inicia y se mantiene en el consumo de cigarrillo. Dentro de las principales conclusiones del estudio, se plantea que el consumo de cigarrillo se asocia diferencialmente en mujeres y varones. En mujeres se relaciona especialmente con consumo de inhalantes, ser mayor de 15 años y estudiar en colegio privado; y en varones se relaciona con consumo de cocaína, orientación heterosexual y estrato socioeconómico alto.

El consumo diario de cigarrillo se asocia con una alta morbimortalidad en la adultez. Dentro de los resultados de la investigación se encontró que tener un mejor amigo fumador o consumidor de alcohol, un mal rendimiento académico o tener más años cumplidos de edad se asocian de forma significativa con el consumo diario de cigarrillo. También se observó una concordancia significativa entre el consumo diario de cigarrillo y un patrón de consumo abusivo de alcohol, lo cual se puede relacionar con factores sociales y culturales. Un factor crucial en el consumo de cigarrillo es la publicidad, la cual está orientada principalmente a la población de adolescentes, aumentando con esto el inicio y la persistencia del consumo de tabaco.

Ningún otro producto de consumo es tan peligroso ni mata a tantas personas como el tabaco. Dentro de los resultados del estudio se plantea que la experimentación con este tipo de sustancias psicoactivas está relacionada con variables ambientales tales como la disponibilidad y la facilidad de acceso, además de las prácticas valorativas positivas hacia el consumo por parte de los grupos de referencia de niños y jóvenes. Por lo anterior, el estudio propone hacer lo necesario para identificar factores asociados al consumo de cigarrillo como primer paso para diseñar y, posteriormente, implementar estrategias efectivas de cambio cultural.

En la investigación se encontró que los adolescentes que empiezan a consumir cigarrillo a una edad temprana tienen más probabilidad de fumar en la edad adulta. Así mismo, tendrá mayor riesgo de convertirse en un fumador regular, desarrollar dependencia y sufrir consecuencias a largo plazo derivadas del consumo. En relación a las diferencias de consumo por sexo se asoció significativamente ser varón. Se evidencia una asociación significativa en cuanto al consumo de cigarrillo y las personas que rodean a los estudiantes, cobrando mayor relevancia cuando uno de sus padres es consumidor de tabaco.