La sumisión química se define como el uso de una sustancia psicoactiva con fines delictivos manipulando la voluntad de un individuo o “víctima” al modificar su comportamiento. El presente estudio desarrolla una revisión sobre esta problemática, presentando las drogas más comunes utilizadas con fines delictivos y las principales dificultades a la hora del análisis toxicológico. Asimismo, describe los retos a los que se enfrenta el toxicólogo forense.
El uso de sustancias psicoactivas ha cobrado especial interés en temas como la agresión sexual y las prácticas delictivas, ya que se emplean como agentes que someten al individuo en contra de su voluntad. Es importante considerar que estas sustancias provocan en la persona vulnerabilidad debido al efecto que ejercen en el organismo, presentando disminución de su estado de conciencia y funciones ejecutivas. Este artículo señala las características de las sustancias que son empleadas para tal fin, así como el perfil de los agresores y la víctima, los principales signos de sospecha diagnóstica y las claves para el diagnóstico toxicológico.
La sumisión química es una problemática que desata gran interés en el tema de salud pública a nivel mundial, el término hace referencia a la vulneración de un individuo que tras administrarle una sustancia química altera su organismo y por lo tanto sus funciones. El presente estudio concluye que el conocimiento de la situación real de este tipo de delitos es difícil de establecer y que la escasa presencia de resultados positivos en los casos de supuesta sumisión química hace necesario recordar la importancia de la elaboración de protocolos que puedan seguir los profesionales sanitarios. Este trabajo contribuye al conocimiento de la situación actual de los casos de sumisión química en delitos de índole sexual.
Durante la última década del siglo XX los delitos por sumisión química han aumentado. Sin embargo, los estudios epidemiológicos de esta problemática son pocos. El presente artículo busca extender la protocolización de la actuación médico-forense al conjunto del territorio de la comunidad autónoma y a cualquier caso con sospecha de SQ independientemente del tipo de delito presuntamente cometido, de igual forma busca mantener actualizado el protocolo de actuación médico-forense con la incorporación de las nuevas recomendaciones y normativa internacionales y nacionales, incluyendo el análisis de cabello y por último crear un formulario de petición de análisis químico-toxicológico que amplíe los existentes.
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