El alcohol es una de las sustancias psicoactivas de mayor consumo en el mundo convirtiéndose así en un tema de interés en salud pública. Se ha destacado que los jóvenes son el grupo poblacional más afectado y resulta importante entender la magnitud de los efectos que esta sustancia produce a nivel cognitivo, teniendo en cuenta que el alcohol tiene una acción tóxica para los tejidos nerviosos centrales y periféricos. De allí la importancia de evaluar los cambios en la memoria y funciones ejecutivas, las cuales se han señalado como las más afectadas en los consumidores de alto riesgo. En este estudio se encontraron fallas representativas en tareas que evaluaban procesos tales como inhibición, secuenciación, control atencional, categorización, flexibilidad cognitiva, planificación e impulsividad. Asimismo, se logró identificar que existen fallas frecuentes en la toma de decisiones y reconocimiento de expresiones faciales.

El alcohol es una sustancia ampliamente usada en el mundo con fines recreativos; sin embargo, las repercusiones de su uso se extienden a nivel individual, social y ambiental, convirtiéndose en un problema de salud pública. Se ha identificado que el consumo crónico de alcohol genera cambios cognitivos y comportamentales debido a la afectación del Sistema Nervioso Central (SNC). La investigación pone de manifiesto que de las áreas que resultan más afectadas por esta sustancia se encuentran las estructuras prefrontales y el cerebelo. Una de las conclusiones significativas, es que existe evidencia empírica sólida que demuestra los efectos estructurales y funcionales nocivos que provoca el alcohol sobre el sistema nervioso central, fundamentalmente a causa de su consumo sistemático.

La toma de decisiones es definida como la habilidad que tiene un individuo para elegir entre un conjunto de opciones disponibles. Asimismo, los estados emocionales tienen un rol fundamental, ya que de acuerdo a las experiencias previas de refuerzo o castigo, anticipan la actividad cognitiva asociada a la toma de alguna decisión. En jóvenes se ha relacionado que la toma de decisiones está en función de la gratificación inmediata, sin tener en cuenta las consecuencias que esta pueda llegar a causar. En este sentido, los jóvenes que se exponen a estímulos positivos o reforzantes valoran con menor riesgo una serie de situaciones como por ejemplo el consumo de alcohol o conducir bajo estado de embriaguez. El presente estudio concluye que el sexo, la experiencia emocional y el tipo de consumo de alcohol influyen sobre la toma de decisiones en los jóvenes universitarios.

El consumo de alcohol tiene implicaciones en la sociedad como por ejemplo accidentes de tránsito, homicidios, suicidios, aumento de enfermedades de trasmisión sexual, fracaso escolar, etc. Se ha descrito ampliamente en la literatura las consecuencias que tiene el consumo de alcohol sobre la estructura y función del Sistema Nervioso Central. Es importante señalar que el consumo de esta sustancia en edades tempranas se asocia a mayores daños cerebrales, teniendo en cuenta que las conexiones del cerebro se encuentran en un proceso de desarrollo y maduración, adquiriendo repercusiones en el funcionamiento cognitivo en la edad adulta. En esta investigación se encontró divergencia de resultados en los componentes de las funciones ejecutivas; sin embargo, los componentes de inhibición de respuestas y toma de decisiones parecen ser alterados por diferentes patrones de consumo de alcohol en más del 70 % de las investigaciones.