El objetivo primordial de la investigación fue determinar los factores de riesgo asociados con las recaídas en el consumo de drogas en adolescentes que han recibido tratamiento. A través de este estudio, se logró identificar que las habilidades de afrontamiento ante situaciones de riesgo de recaídas, mayormente empleadas, son a nivel cognitivo; igualmente se destaca la importancia del aprendizaje obtenido al finalizar un programa de intervención y que individuos que presentan un mayor número de habilidades de afrontamiento, así como mayor autoeficacia en situaciones de riesgo, cuentan con mayor probabilidad de mantenerse en abstinencia. .
Dentro de los resultados de la investigación, se observa que un elevado porcentaje de adolescentes consumen bebidas energéticas y que tienen un gran desconocimiento sobre la composición y los efectos adversos de las mismas. Es importante resaltar que la mayoría de consumidores de bebidas energéticas lo hacen de forma ocasional, sin embargo el porcentaje de adolescentes que las consumen de forma habitual también es significativo. Algunas razones por las cuales se consumen estas bebidas son: por su sabor agradable, se beben en tiempo de ocio y la mayoría de las mujeres que consumen estas bebidas lo hacen para rendir en sus estudios.
El estudio encontró que un 5.6% son jugadores problema y un 8.2% jugadores en riesgo, de igual forma se señala en el estudio que existe una clara relación entre mayor implicación en el juego y mayor prueba o consumo de las distintas drogas ilegales. Se resalta que la experimentación con las drogas se ha convertido en un hecho habitual en los adolescentes de las sociedades desarrolladas, donde un gran número de los que experimentan con drogas lo hacen con tabaco y alcohol, en un lugar intermedio lo hacen con el hachís, y en menor grado con otras sustancias como la cocaína y los psicoestimulantes.
Dentro del estudio se resalta que la adhesión al tratamiento, para el uso abusivo de drogas o dependencia por parte de los adolescentes, tiene que ver con los diferentes factores tanto internos como externos. Los factores importantes a destacar son: el equipo multiprofesional adecuado para la atención, que permita el vínculo y acogimiento tanto del adolescente como de su familia; las actividades que sean interesantes y motivadoras; la presencia únicamente de personas del mismo intervalo de edad; la fácil localización del servicio especializado (que posibilite el acceso) y, también, la disponibilidad de horarios de acogimiento en períodos considerados “críticos” por los adolescentes en relación a las drogas.
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