En las últimas décadas el consumo de sustancias psicoactivas ha aumentado. Llama la atención que del 50 al 90% de las mujeres que consumen alguna droga legal o ilegal se encuentran en edad fértil. Dicha situación puede significar un riesgo para la salud de estas mujeres y de la misma manera podría afectar al feto en desarrollo, debido a esto se ha despertado el interés de caracterizar las eventualidades presentadas durante el embarazo, el parto y el posparto asociado al consumo de alguna sustancia psicoactiva.

El alcohol es una sustancia psicoactiva legal; sin embargo, es causante de malformaciones en los hijos de madres consumidoras debido a su efecto teratogénico, efecto que fue descrito por primera vez en Francia en 1967; posteriormente, en 1973 se refirieron características similares encontradas en hijos de madres que habían ingerido cantidades significativas de alcohol y al conjunto de estos hallazgos se les denominó Síndrome Alcohólico Fetal (SAF).

Este artículo permite conocer los resultados obtenidos en un estudio cuyo propósito era determinar la naturaleza y magnitud de consumo de las diferentes drogas de abuso en mujeres embarazadas. El propósito del estudio era aportar a los planes de prevención y disminuir los efectos del abuso de drogas sobre el feto y el recién nacido. Se realizaron 900 encuestas donde se obtuvo que el 41% de las madres fumó cigarrillo, la gran mayoría durante todo el proceso de gestación; 37% de las madres admitieron haber tomado alcohol durante el embarazo y el 70% admitieron el consumo durante los tres primeros meses de gestación. Se obtuvieron resultados perinatales como el hecho de que el 11% de los recién nacidos de la población estudiada presentaron bajo peso al nacer (peso menor a 2.500 gr), el 15% del total presentó algún problema de salud como depresión neonatal, problemas respiratorios, infecciones y malformaciones entre otros. Uno de los recién nacidos presentó síndrome alcohólico fetal (SAF).