El estudio encontró, que la droga legal más consumida es el alcohol y la ilegal la marihuana; que el promedio de edad de inicio del consumo de alcohol, tabaco y marihuana se encuentra entre los jóvenes de 12 a 17 años y un porcentaje significativo reportó hacerlo antes de los 12 años. Dentro de las actividades relacionadas con el consumo de drogas de abuso se encuentran el ocio, la diversión y los eventos sociales; como factor protector o de riesgo en relación al consumo se encontró la ausencia o presencia con personas consumidoras.

Dentro del artículo se destaca la necesidad de la difusión de los programas efectivos que se centren en la capacitación de las competencias familiares para prevenir múltiples problemas de desarrollo en los niños y el uso de sustancias adictivas en especial en los niños de alto riesgo. Otro aspecto a destacar son las intervenciones en familia, las cuales constituyen modelos prometedores para mejorar muchos problemas sociales y sanitarios.

La investigación plantea la complejidad de factores familiares, escolares y socioemocionales que dan lugar a desajustes comportamentales crónicos y severos de difícil tratamiento, incluyendo comportamientos antisociales y abuso de drogas. Las dificultades de tratamiento de éstos problemas se hacen mayores cuando se han instalado en patrones de vida del individuo, por consiguiente, se ve la necesidad de una intervención temprana sobre los individuos en alto riesgo y su entorno mediante programas de prevención temprana, dirigida a niños en alto riesgo de implicarse en trayectorias desadaptativas.

El estudio resalta la importancia de las amistades y sus contemporáneos cuando reciben información sobre las drogas de abuso y las adicciones. Conocer las actitudes de los menores ante el consumo de drogas determina la influencia que el círculo de amigos tiene sobre el inicio o mantenimiento de las mismas. Se encontró que el último grado de primaria es uno de los cursos que conlleva más riesgos al servir de puente a la educación media.

El autor reconoce la presencia de múltiples mediaciones (macro y micro) que pueden ser puntos de referencia en el planteamiento de procesos de comunicación educativa para niños y adolescentes que se encuentran en campañas de prevención. Se destaca cómo los estudiantes/audiencias, resaltan la idea de contexto como aspecto influyente en la toma de decisiones para comportarse de una u otra manera y cómo el docente, desde la comunicación educativa, tiene la función de acompañar el proceso de recepción dado en los actos televisivos.