El consumo y dependencia de sustancias es un problema de salud pública asociado a morbilidad materno-fetal, con múltiples complicaciones de acuerdo a la sustancia consumida. El consumo representa un riesgo ya que puede generar complicaciones durante el embarazo y aumenta la probabilidad de malformaciones congénitas. También existen posibles repercusiones a largo plazo en la capacidad de aprendizaje y comportamiento de los niños expuestos a sustancias psicoactivas durante su desarrollo fetal.
El consumo de bajas dosis de drogas durante el embarazo se ha asociado a una exposición fetal mínima incapaz de generar daño, pero mediante el estudio de la capacidad electroencefalográfica (actividad eléctrica de las neuronas) mostró un trazado ligeramente más lento y menos organizado en los casos donde hubo exposición, lo cual corrobora que cantidades bajas o frecuencia esporádica del consumo de sustancias psicoactivas también es un riesgo para el desarrollo fetal y posnatal.
Este artículo pretende establecer una relación entre la importancia de la atención que se le brinda al consumo de sustancias psicoactivas en gestantes con los Objetivos para el Desarrollo del Milenio, integrando documentos y definiciones relacionadas con la clasificación de las sustancias e informes mundiales de la OMS y la ONU.
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